Casi como un verdadero “guardián de nuestra salud”, las aguas purificadas de Aguas Río Claro, ayudan a eliminar las materias inorgánicas y tóxicas de nuestro cuerpo, y al ser libre de minerales como el sodio, están absolutamente recomendada para personas hipertensas y embarazadas.

Dice el refrán popular “cenizas a las cenizas”, al referirse a nuestros restos cuando dejamos este mundo. Pero en realidad, esto debiera cambiar a “agua al agua”. Y razones hay de sobra para aseverarlo. Vivimos en un planeta eminentemente líquido. Bajo la tierra que pisamos, el agua fluye libre tanto en el continente como en los territorios insulares. Y lo más importante, cerca del setenta por ciento del cuerpo humano está compuesto de agua, el más efectivo medio de transporte de nutrientes y desechos dentro y fuera del organismo. En Aguas Río Claro lo sabemos desde hace mucho tiempo, por ello nuestro trabajo está centrado en producir la mejor agua purificada del mercado.

Este vital elemento, que fluye por todo nuestro ser, permite que todos los nutrientes y elementos indispensables para su funcionamiento lleguen a cada órgano y los que resulten innecesarios se eliminen a través de la orina o la transpiración. Todos sabemos lo fundamental que es para el organismo tomar agua. Y es precisamente en verano cuando esta necesidad se hace aún más latente esta necesidad. Mantenerse hidratado en épocas de calor, es la mejor forma no sólo para refrescarnos, sino para resguardar nuestra salud y prevenir que potenciales patologías estacionales, puedan afectarnos al carecer de ella o consumirla mínimamente. Por ello Aguas Río Claro, produce un agua más sana y sin sodio, que viene de las entrañas subterráneas de nuestras propias tierras maulinas.

Casi vida

Los beneficios del agua son múltiples. Ayuda a mantener y regular la temperatura corporal, así como también contribuye al buen funcionamiento de las articulaciones, el tubo digestivo y los tejidos mucosos en general. Todos los expertos recomiendan consumir agua corriente, en una cantidad que varía de seis a ocho vasos diarios. En otras palabras, el agua es vida. O casi. Si bien ella en la mayoría de sus formatos, ayuda notablemente a nuestra salud, en algunos casos, ello no es tan así. Por ejemplo, en nuestro país, el agua potable -la que consumimos directamente de la llave- al ser en su mayoría de origen cordillerano, contiene muchos minerales, siendo ricas en bicarbonato, sal ácida, aluminio, hierro, manganeso, las cuales en muchas ocasiones superan lo descrito por la norma para su consumo humano.

El agua de la llave varía de ciudad en ciudad. Santiago está cerca de la Cordillera de los Andes y sus aguas provienen de allí, por lo que tienen sulfatos más elevados en comparación a ciudades del norte, donde se recauda aguas subterráneas que pasan a través de las rocas. En el sur, ocurre algo similar. El trajín del día a día nos hace descuidar lo que bebemos, y esto puede producir problemas en la salud. Para evitar que el agua que bebemos aporte más sales minerales, podemos optar por agua sin sodio y así cuidar de la salud.  Afortunadamente, hoy existe en Chile un amplio espectro de posibilidades de alternativas al agua potable, como son las aguas purificadas de Aguas Río Claro.

Distinta a las demás

De aguas embotelladas está lleno el mercado. Las hay de todas las marcas y sabores. La gran diferencia es que, en el caso de Aguas Río Claro, hemos optado por producirla pensando en la salud de sus consumidores. Sólo es cosa de analizar lo que hoy se ofrece comercialmente. La mayoría de las aguas embotelladas contiene un desde un alto a un mediano porcentaje de sodio, que, si bien es un mineral fundamental para el cuerpo, su consumo en exceso, puede provocar graves enfermedades como hipertensión arterial, dificultad en el funcionamiento de los riñones e incluso provocar un infarto.

Cuando arrasa el calor en verano, lo único que queremos es tomar algo helado. Probablemente una bebida, agua mineral o simplemente un vaso lleno con refrescante agua de la llave, tiende a ser la mejor forma para hidratarnos y sentirnos mejor. Lo que pocos saben, es que -en el caso de las aguas potables- lo que a primera vista pareciera ser más sano que las bebidas azucaradas, tiene también sus bemoles. Y es el sodio el gran protagonista de ellos.

Buena para la salud

El agua purificada de Aguas Río Claro, es básicamente agua potable de la llave que ha pasado por procesos de filtrado, donde se eliminan total o parcialmente la alta carga de minerales u otras sustancias no deseadas, como los habituales residuos provenientes del alcantarillado, entre ellos el sarro. Los filtros que se aplican en el hogar ocupan como adsorbente el carbón activado que, además, remueve el sabor a cloro.

El agua purificada de Aguas Río Claro, es una suerte de “guardián de nuestra salud”. Ellas pasan por varios procesos en los cuales se van eliminando paulatinamente gran parte de los compuestos inorgánicos que son dañinos para nuestra salud. Dentro de ella se encuentran el sodio y el cloro, sin embargo, se dejan aquellos que sí son esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Al ser libre de sodio, el agua purificada muy recomendable para hipertensos o embarazadas, y al ser libre de cloro, tiene un mejor sabor, y casi no tiene olor, lo que permite que sea bueno para preparar otras bebidas, tales como té o café, o simplemente para cocinar.

Beber agua purificada de Aguas Río Claro, en sus distintos formatos, ayuda a eliminar las materias inorgánicas y tóxicas que son rechazados por las células y los tejidos del cuerpo humano, dejando sólo las esenciales. Por otra parte, el agua emulsiona las grasas que se depositan en nuestro cuerpo, ayudando a que la podamos metabolizar y eliminar con mayor facilidad. También contribuye a que nuestra piel se mantenga tersa e hidratada, además de prevenir y retrasar su envejecimiento.

Es un aporte más de Aguas Río Claro, aguas purificadas del Maule para el mundo.